miércoles, 19 de agosto de 2009

El valioso tiempo de los maduros

Quizás por algunas circunstancias que me tocaron vivir estos últimos días, este poema (¿será un poema?) me tocó particularmente y quise subirlo para compartirlo con quien quiera que ñea este blog, si es que alguien lo hace.
Ojalá les guste...


“..Conté mis años y descubrí, que tengo menos tiempo para vivir de aquí en adelante, que el que viví hasta ahora...
Me siento como aquel chico que ganó un paquete de golosinas:
las primeras las comió con agrado, pero, cuando percibió que quedaban pocas, comenzó a saborearlas profundamente.
Ya no tengo tiempo para reuniones interminables, donde se discuten estatutos, normas, procedimientos y reglamentos internos,
sabiendo que no se va a lograr nada.
Ya no tengo tiempo para soportar absurdas personas que, a pesar de su edad cronológica, no han crecido.
Ya no tengo tiempo para lidiar con mediocridades.
No quiero estar en reuniones donde desfilan egos inflados.
No tolero a maniobreros y ventajeros.
Me molestan los envidiosos, que tratan de desacreditar a los más capaces, para apropiarse de sus lugares, talentos y logros.
Detesto, si soy testigo, de los defectos que genera la lucha por un majestuoso cargo.
Las personas no discuten contenidos, apenas los títulos.
Mi tiempo es escaso como para discutir títulos.
Quiero la esencia, mi alma tiene prisa....... .
Sin muchas golosinas en el paquete...
Quiero vivir al lado de gente humana, muy humana.
Que sepa reír, de sus errores.
Que no se envanezca, con sus triunfos.
Que no se considere electa, antes de hora.
Que no huya, de sus responsabilidades.
Que defienda, la dignidad humana.
Y que desee tan sólo andar del lado de la verdad y la honradez.
Lo esencial es lo que hace que la vida valga la pena.
Quiero rodearme de gente, que sepa tocar el corazón de las personas….
Gente a quien los golpes duros de la vida, le enseñaron a crecer con
toques suaves en el alma.
Sí…. tengo prisa… por vivir con la intensidad, que solo la madurez puede dar.
Pretendo no desperdiciar parte alguna, de las golosinas que me quedan…
Estoy seguro que serán más exquisitas, que las que hasta ahora he comido.
Mi meta es llegar al final satisfecho y en paz con mis seres queridos
y con mi conciencia.
Espero que la tuya sea la misma, porque de cualquier manera llegarás.....

Por Mario Andrade
Poeta, escritor y ensayista brasileño

1 comentario:

Un anónimo sibarita dijo...

Después de un largo tiempo de ostracismo blogger, he vuelto a visitar el sítio, y vaya sorpresa: me encuentro con un bello texto, reflexivo si los hay de Mario Andrade. La vida es un largo viaje, constante donde no hay rewind más allá de lo que nuestros sentidos captan y conservan como archivos. La vida no puede deterne o son todos recuerdos o son todos proyectos futuros, ¿el presente? tan sólo un segundo que si lo desperdiciaste...te quedas sin esa mezcla de sabores, texturas y aromas, y un alma vacía o desertizada como tantos bosques transformados en desiertos. La vida se aprende a vivir sin miedos, tan sólo con precausión, pero con convicciones tan firmes a fin de no arrepentirse por aquél tren que paso y uno se quedo en el medio de la estación mirando como hecha humo y se aleja. La vida no admite dudas, si algo se siente: debe vivirse...y ésto se aprende con lo años... cuando se gana confianza y seguridad. Así los barrotes estupidazantes impuestos por una cultura moral perversa desaparecen, y así se VIVE.
Tan sólo pasamos una vez por éste bello recorrido sin stop ¡Vale la pena poner el corazón y el alma plena en cada decisión e instante de tu vida!...es demasiado valioso para desperdiciar...es demasiado funesto para reprocharce toda la vida trenes que no tomaste! Absolutamente Carpediem!